"LETRALIA" Y GAZA: ESPECIAL


http://www.letralia.com/202/especial.htm Una vez más un conflicto bélico pone en evidencia el horror que es capaz de engendrar la especie humana en contra de sí misma. La ofensiva de Israel sobre la Franja de Gaza ha despertado numerosas inquietudes sobre la efectividad de los organismos internacionales, las ironías históricas en las que están involucrados los judíos y otros temas. Siete escritores de la Tierra de Letras, desde la reflexión y la poesía, abordan el problema en esta entrega especial.

Reflexiones sobre Gaza Antonio Mora Vélez

Feliz 2008 Jorge Majfud

No importará Margarita Muñiz

No más Lidia Corcione Crescini

La lección de Israel Nelson González Leal



SHALOM

por

Musa Ammar Majad

La Franja de Gaza mide unos cuarenta kilómetros de largo y diez de ancho. Se extiende por la costa mediterránea entre Israel y Egipto. Durante el mandato británico (1917-1948) era una provincia de lo que se conocía como Palestina. Después de la guerra árabe-israelí de 1948, la Franja estuvo bajo la administración militar de Egipto. En 1967 fue ocupada por Israel y así permaneció hasta 1994, cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo. Como parte del tratado, la Autoridad Nacional Palestina recibió el 80% del territorio. Desde el inicio de la intifada o levantamiento palestino en el 2000, el ejército israelí realizó numerosas incursiones en la Franja, instaló puestos de control y restringió los desplazamientos de los palestinos. En la zona se construyeron veintiún asentamientos judíos, en los que, hasta 2005, vivían más de 8.000 personas.

La Franja de Gaza es una de las regiones más densamente pobladas del planeta: con una superficie de 360 kilómetros cuadrados es hogar para más de 1,3 millones de palestinos.

Ante semejante situación cómo no recordar el plan de partición de la ONU, al que Israel debe su existencia, y que nunca fue respetado por ese Estado. A partir de 1948 el gobierno de Israel se apropió de, sin indemnización alguna, las casas, las tierras y los medios de subsistencia de los refugiados palestinos. Como hoy ante la masacre de Gaza, hubo algunas voces judías que protestaron. El rabino R. Benjamín escribió: “No tenemos el derecho de crear un hogar nacional con los bienes de otros. Consentir en tal acto es un robo”. William Zukermann fue aun más lapidario: “Un pueblo que durante siglos llevó una vida de refugiados y que comió el amargo pan del exilio, ¿cómo puede comenzar su renacimiento político cometiendo un acto de injusticia contra otros refugiados?”. Tales afirmaciones e interrogantes no pierden, por la conducta amoral del gobierno israelí, vigencia; al contrario, se acentúan con la introducción de nuevos vocablos para describir el drama palestino: campo de concentración, holocausto, apartheid, limpieza étnica. Aquí no entra la exageración: la posición oficial israelí para con los palestinos sigue siendo la misma de cuando Albert Einstein le preguntó a Weizmann: “¿Qué será de los árabes si Palestina es entregada a los judíos?” y éste respondió: “¿Qué árabes? Son tan insignificantes”.

Hoy día, acciones como las de Estados Unidos a nivel mundial o la de los israelíes para con los palestinos, se revelan ante nuestros ojos como una constante propia de las civilizaciones antiguas y de literaturas primarias como, por ejemplo, el Antiguo Testamento, sagrada escritura para los judíos. Civilizaciones y culturas todas que confundían el Orden Universal con el orden interno del clan, del estado, del grupo étnico. Es lo que se observa en Gaza. Israel actúa como una nueva Mesopotamia, como un nuevo Egipto, como una nueva Sumeria. El Orden del Mundo es su propio orden. De nada valen ya las resoluciones de la ONU, aun cuando fueron éstas las que le dieron posibilidad y piso a su existencia como Estado. Bajo esta óptica, Israel muy bien puede hablar de paz, pero es la paz de su propio orden universal. La paz de Israel implica, así, el sometimiento de los otros, la “pacificación” de los demás pueblos, la eliminación de los “enemigos”. La paz de Israel presupone también ir en contra de su propio Dios, que es el Dios de Jesús y la Iglesia, que es el Dios que protesta contra esa idea de paz, con muros que dividen y matan etnias.

Creo que el término que mejor describe esta conducta es uno, por antonomasia, judío: shalom. Friedlli lo describe como paz, alegría, libertad, integridad, reconciliación, comunicación, armonía, justicia, verdad. Polisémico sin duda. Pero no es una polisemia con Dios. Shalom es concepto salvífico global, es “salvación”, pero, siempre según Friedlli, no del alma sino del mundo: un mundo material puesto a salvo, a buen resguardo. El Shalom se realiza en el mundo sólo cuando las relaciones humanas están en orden, y éstas, para los israelíes, son las suyas propias. Las demás no importan. Quizá la prueba más aterradora de esta convicción israelí, son las fotografías en las que niños israelíes escriben con marcadores mensajes en las bombas que serán arrojadas sobre los palestinos.

Recuerdo un simpático mensaje de texto (SMS), con aire de maldición para quien osara lastimarme, que recibí para fines de año 2008 y principios del 2009: “Que las pulgas de 1.500 camellos egipcios se alojen en el trasero de quién intente joderte la vida y que tenga los brazos tan cortos que no pueda rascarse”. Lo traigo a colación por la lectura de la nota escrita por Omar Barghoutti, hace ya algunos días, donde señala: “Un amigo me ha enviado la más original felicitación de año nuevo: ‘Deseo un horrible año 2009 para todos los criminales de guerra y sus cómplices’. No pude menos que pensar si no se podrían contar entre estos ‘cómplices’ algunos de los altos cargos de Naciones Unidas”.

Sí: lo decía por el silencio ante el genocidio en Gaza. Y es que parece que ya sólo queda lugar para la maldición, para la súplica a un Dios inmutable en su silencio, para la plegaria al cielo.

Veo las noticias. Una mujer palestina, con ropas negras que son trasunto del alma enlutada de su gente y del alma negra de sus asesinos, ante la barbarie del bloqueo, de las patrullas aéreas, marítimas y terrestres, de las cárceles y las torturas, del uranio empobrecido, del fósforo blanco, de los racimos que son bombas, del fuego y la ceniza, de los cuerpos y la sangre, de los niños y el llanto, de los gritos y el terror, del Guernica diario. Una mujer palestina de aliento invalidado ante el futuro menos promisorio. Una mujer palestina que declara ante las cámaras sin verlas. Una mujer palestina que suplica a Dios, no vida, no paz, no un cese al fuego, sino venganza. Es lo que hace tanto horror. Es el furor de que Dios haga pagar al asesino, al criminal, al malvado, lo que los hombres, imposibilitados, no pueden y, triste destino, al parecer no podrán. Es la esperanza del desamparado.

Del otro lado del muro, un israelí le dice a otro: Shalom.
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¿ISRAELÍES NAZIS?


Israel y los métodos nazis


Guillermo Almeyra para La Jornada / Publicado por Rebelión


El actual diputado a la Knesset Avigdor Lieberman, ex ministro de Ehut Olmert, propuso lanzar bombas atómicas en Gaza, obligar a los ciudadanos israelíes árabes (más de un millón) a jurar fidelidad al Estado sionista (que los mismos judíos ortodoxos rechazan por blasfemo) y expulsar a Jordania a todos los palestinos de Cisjordania y de Gaza junto con los israelíes árabes, en una especie de “solución final”. Evidentemente, su discurso es sólo el de una parte de la sociedad israelí, en la que decenas de miles de ciudadanos israelíes, judíos y no judíos protestan por todos los medios con gran valentía y dignidad contra el genocidio en Gaza.Pero el hecho mismo de que ese diputado haya sido elegido y no esté preso por incitación al genocidio demuestra el preocupante y rápido crecimiento de la ideología nazi, de los métodos nazis, de la falta de moral y de escrúpulos en un Estado que, sin embargo, nazi no es.Israel, en efecto, nació del reaccionario movimiento liberal, burgués nacionalista, sionista (que la mayoría de los judíos europeos y latinoamericanos, que hasta la Guerra Mundial eran sobre todo socialistas, repudiaban y combatían) que utilizó los intereses de dominación mundial de Inglaterra y Estados Unidos que tenían como objetivo crear un enclave colonialista en el mundo árabe en rebelión.El sionismo optó por la emigración a Palestina (había encarado también la posibilidad de crear el Estado judío en Sudáfrica o en Argentina) recién en los años 20, cuando dicha emigración fue favorecida por el ocupante británico de la región, o sea, mucho antes de Hitler y del holocausto (el exterminio por los nazis de millones no sólo de judíos, sino también de gitanos, eslavos, homosexuales, discapacitados, enfermos mentales, socialistas y comunistas durante la guerra). Antes de su reconocimiento como Estado por la ONU, la ínfima comunidad judía en Palestina (menos de un décimo de la población, según los censos turcos y británicos) creció brutalmente mediante el despojo de las tierras árabes, la violencia y aprovechando la complicidad de las corruptas clases dirigentes árabes. Apenas nacido como Estado, con el apoyo de las armas y soldados rusos (porque Stalin quería echar a los ingleses del camino hacia la India), Israel se expandió mediante el terror, el asesinato, la guerra y el despojo de tierras y bienes de los árabes. Para eso apoyó su política colonialista en una ideología basada en el racismo y el apartheid, y construyó un Estado fundamentalista, confesional, semejante a Arabia Saudí, pero judío, a pesar de que entre los poco más de 6 millones de ciudadanos israelíes sólo 80 por ciento son israelitas (es decir, judíos), y el resto, es decir, un quinto, son árabes mayoritariamente musulmanes, aunque entre ellos se cuenten muchos cristianos. La guerra preventiva constante y los métodos nazis de los racistas que gobiernan Israel (disfrazados a veces de “socialistas”, como el actual ministro de Defensa, Ehud Barak, o el presidente Shimon Peres) son la consecuencia de su mismo nacimiento como Estado. Porque el despojo de las tierras árabes, la expulsión de sus legítimos propietarios, la utilización feroz de la mano de obra esclava palestina por un Estado que actúa frente a ésta colectivamente como si fuera una clase explotadora sólo pueden sostenerse armándose hasta los dientes y recurriendo al terror masivo contra los árabes. Israel –que nació artificialmente, en tierras robadas y como dependencia de Estados Unidos– sólo puede afirmarse, tal como el Estado alemán en tiempos de Hitler, mediante la guerra de agresión y la supresión de los derechos, la cultura y el nivel de civilización de los que califica de “inferiores” (y cuyos hospitales, escuelas y universidades destruye para hacerlos retroceder a la barbarie), mientras inculca el racismo a su propio pueblo en nombre de su supuesta defensa frente a la agresión.El diario israelí Haaretz, por ejemplo, escribe que los cohetes de Hamas fueron respuesta a anteriores bombardeos israelíes y asesinatos en Gaza de dirigentes palestinos, tal como los cohetes desde Líbano son una débil respuesta al genocidio en Gaza. El mismo diario revela que el plan de ataque fue elaborado en agosto por Olmert y Barak (antes de los cohetes palestinos). Un general francés especializado en los asuntos de Medio Oriente sostiene por su parte que la guerra fue desatada por Israel para destruir Hamas, el cual está muy enraizado en Gaza por su obra asistencial y mutualista y porque crece constantemente por el odio al bloqueo israelí. Un pueblo antes dirigido por una organización pluralista y laica, como la OLP, es empujado hacia la desesperación suicida y el fundamentalismo religioso por la agresión racista. Israel está fomentando así el fundamentalismo islámico –que podría triunfar en las próximas elecciones palestinas– para poder justificar su guerra preventiva y su “solución final” en nombre de una “seguridad nacional”que Hamas no está en condiciones de amenazar. De paso, Olmert, Barak y los otros candidatos a las próximas elecciones en Israel buscan acumular cadáveres de palestinos para demostrar que, aunque sean corruptos (como es Olmert y antes fue Sharon), tienen mano dura frente a los esclavos. La Internacional Socialista, por supuesto, no expulsa a los “socialistas” asesinos, y los gobiernos occidentales no tienen la decencia de tomar medidas inmediatas sancionando con el bloqueo económico y militar y la expulsión de la comunidad de naciones a un gobierno que se burla de las resoluciones de la ONU, tal como hacía Hitler con la Sociedad de las Naciones.En Medio Oriente fue el terrorismo de Estado israelí (y antes, el de los Menajem Beguin e Itzaak Shamir, contra la ONU o los ingleses y los árabes) el que engendró el otro terrorismo, inexcusable, pero que es el de los desesperados, el de quienes se inmolan, y fue Israel el que fomentó a Hamas para combatir a Yasser Arafat y el laicismo palestino de la OLP. No puede, pues, disfrazarse de víctima cuando es verdugo. Acabemos con la hipocresía: las sanciones contra Israel, la expulsión de los colonos judíos fascistas que ocupan tierras palestinas, más tropas internacionales que se interpongan entre ambas partes, podrían eliminar fácilmente los cohetes contra la población civil israelí.
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CRONOLOGÍA DE LA OCUPACIÓN EN PALESTINA




Palestina: Cronología de una Ocupación




Fuente: El Ciudadano (Chile)



Conocer la historia de la región antes, durante y después de la ocupación del territorio palestino para fundar el Estado de Israel, y la ocupación de Cisjordania y Gaza hace más de cuarenta años, es indispensable para comprender el conflicto que se vive en la región, y entender que los palestinos desean la paz, pero no a cualquier precio. El pueblo palestino ha luchando por la igualdad, la justicia y porque se les sea reconocido la propiedad de la tierra en la viven y de las que han sido expulsados, así como su derecho de tener un Estado libre, independiente, el Estado de Palestina.
El sábado 27 de diciembre de 2008 cuando los niños palestinos se preparaban para el comienzo de un día escolar, el cielo de la Franja de Gaza se cubrió de aviones F-16 y helicópteros israelíes, segundos después, tras el ruido ensordecedor de las bombas que caían indiscriminadamente, el cielo de cubrió de humo negro y el suelo palestino, nuevamente se tiñó de sangre.
Tras una semana de intensos bombardeos a mezquitas, escuelas, edificios de viviendas y mercados, el Ejército israelí invadió este pequeño territorio palestino dando inicio a una nueva invasión y genocidio perpetrado por el gobierno de Israel en una carrera atroz y sangrienta a las próximas elecciones del 10 de febrero.
Los dos principales candidatos israelíes para ocupar el cargo de Primer Ministro, el ministro de Defensa, Ehmud Barak y la canciller Tzipi Livni fueron los promotores de la masacre de la que está siendo objeto el pueblo palestino, y para justificarlo esgrimieron la bandera de la Lucha contra el Terrorismo, la misma que fue utilizada por su principal aliado Georges W. Bush para invadir y masacrar al pueblo iraquí.
El Estado sionista de Israel ha justificado su crimen alegando que lucha contra “los terroristas de Hamas” y en defensa propia ante los cohetes, supuestamente lanzados por esta organización contra territorio israelí.
Investigadores como Michel Warschawski, quien ha escrito varios libros sobre el conflicto, indica que “los cohetes disparados desde el norte de la Franja de Gaza son esencialmente acciones de las brigadas AL-Aqsa, relacionadas con Al Fatah”.
Otras de las justificaciones de Israel para llevar a cabo este ataque indiscriminado, es que Hamas se apoderó del poder en Gaza, lo cual contradice las elecciones democráticas de 2006, en la que Hamas ganó con el respaldo del 65 por ciento de la población palestina.
Afirma Warschawski, “No sólo no “se apoderó” del poder sino que aceptó inmediatamente formar un gobierno de unión nacional en el que los vencidos - Al Fatah y sus seguidores- estaban sobre representados”.
Otra afirmación israelí que ha circulado por los medios de comunicación es que Hamas declaró la secesión de Gaza y rompió toda relación con Cisjordania, a lo que el investigador responde, que “fue Mahmoud Abbas, con la protección del ejército israelí y tras un golpe de estado abortado en la Franja de Gaza y la huida de sus tropas a Egipto, quien retiró su administración”.
Al romper todo lazo con la Franja de Gaza, Abbas “aceptó que ésta fuera considerada por Israel y la comunidad internacional como “entidad hostil”, esta es una zona donde viven más de un millón de mujeres, hombres, niños y ancianos, a quienes se les niegan los derechos más elementales, empezando por el derecho a disponer de una alimentación y de atenciones médicas”, afirma Warschawski .
¿Pero entonces, cual es el motivo del ataque? Claro está que la invasión israelí a la Franja de Gaza no puede ser comprendida si no se toma en cuenta la historia de la región desde antes, durante y después de la toma del territorio palestino para fundar el Estado de Israel, y en especial, la ocupación de Cisjordania y Gaza desde 1967, hace más de cuarenta años.
Cronología de una Ocupación
La historia de la ocupación del territorio palestino por parte de los judíos se remonta a los comienzos del siglo XX cuando comienza la inmigración judía a Palestina promovida, principalmente por el IV Congreso sionista de 1903.
El sionismo pronto orientó sus proyectos hacia la consecución de un Estado hebreo en Palestina, poblada entonces de manera absolutamente mayoritaria por árabes.
A pesar de los avances del sionismo, la gran mayoría de los judíos lo rechazan, en un primer momento por tres razones fundamentales. La primera por defender la integración en los países en que viven. La segunda tiene que ver con motivos religiosos, puesto que según la ortodoxia bíblica sería Dios quien lleve de vuelta a los judíos a su nación por medio del mesías y la tercera tiene que ver defender la persistencia en la Diáspora como grupo diferenciado, especialmente en países con colonias judías masivas.
En 1909 se funda el primer kibutz, en Degania, y la primera ciudad judía moderna, Tel Aviv (junto a Jaffa/ Yafo). En un primer momento la convivencia entre palestinos y judíos era pacífica pero no tardaron en comenzar los conflictos cuando un año más tarde la prensa de Beirut, Damasco y Haifa denunciaron la masiva adquisición sionista de tierras en Palestina.
La lucha siguió dos caminos. Por un lado, proliferaron las presiones sobre las potencias implicadas en el Oriente Medio, y en especial sobre el Reino Unido, que en 1917 anunció, en la llamada declaración Balfour, que no es más que la promesa de un estado para los judíos en Palestina, apoyada por los Estados Unidos, Francia e Italia.
Por el otro, y bajo el mandato británico, el movimiento sionista fue creando el fermento de una organización estatal, al tiempo que continuaba con la política de adquisición de tierras y de enfrentamiento con los árabes palestinos, habitantes originarios del país.
El proyecto estatal se hizo claro cuando el kibutz, la comunidad judía en Palestina, fue creando instituciones autónomas a modo de un protoestado judío y desarrollando prácticas excluyentes y discriminatorias respecto a los árabes.
La intención británica era recabar apoyo de la numerosa e influyente comunidad judía en los Estados Unidos y tener un aliado en Oriente Próximo, cerca del Canal de Suez y en el camino hacia la India.
El movimiento nacionalista árabe en Palestina cobró vigor en las décadas de 1910 en oposición al Imperio Otomano que dominaba el país y, en 1920 se avivó por el conflicto con el Reino Unido, tras la carta de Balfour y con los emigrantes hebreos, que adquirían las tierras de los propietarios absentistas y que, con el lema “trabajo judío en tierras judías”, obligaban a los campesinos pobres a abandonar el suelo que hasta entonces cultivaban.
En 1918 inician los esfuerzos del pueblo palestino por defender su territorio y conquistar un Estado Palestino independiente con el Primer Congreso Nacional Palestino, en Jerusalén donde los delegados defienden la independencia de Palestina y rechazan la carta de Balfour.
En 1936 comienza la llamada “Segunda Guerra Santa” entre árabes y judíos, que se prolonga hasta 1939 y causa unas 5 mil muertes de palestinos a manos británicas. Gran Bretaña se hace con casi todas las armas en manos palestinas pero no de las de los judíos.
Un año más tarde el Gobierno británico promueve la partición del territorio en dos: uno árabe (75 por ciento del territorio) y otro judío (25 por ciento) que incluye la costa noroeste, frontera con Líbano, y una franja británica, alrededor de Jerusalén.
La radicalización de los sionistas se profundiza un año más tarde con la creación de Irgon (o Irgun), una organización paramilitar sionista que operó durante el Mandato Británico de Palestina, entre los años 1931 y 1948.
El Irgún era la expresión armada de la ideología del naciente Sionismo revisionista fundado por Zeev Jabotinsky, que expresaba que “todo judío tiene derecho a entrar a Israel; sólo activas represalias disuadirán a los árabes y a los británicos, sólo una Fuerza Armada Judía garantizaría un Estado Judío”. Este grupo radical comienza a asesinar a palestinos y en un año quitó la vida a 119 personas.
Aparición de los grupos terroristas israelíes
En 1939 presionado por las protestas árabes, Londres publica el “Libro Blanco” sobre Palestina, por el cual limita la inmigración judía, que no se aplica muy estrictamente, y promete la independencia a Palestina en 10 años.
Esto provoca a los sionistas, que comienzan a formar grupos terroristas contra británicos y palestinos, como el grupo terrorista Lehi, fundado por Abraham Stern, conocido como ” la Banda de Stern”, del cual formaron parte personas como Yizhak Shamir, posteriormente primer ministro de Israel.
El Lehi fue considerado organización terrorista tanto por parte de las autoridades británicas, como de la mayoría del yishuv sionista y del mediador de Naciones Unidas Ralph Bunche.
Entre las actividades del Lehi durante sus años de existencia se destacan los ataques a las bases militares británicas, la explosión del aeropuerto británico cercano a Kfar Sirkin, el sabotaje a las refinerías de Haifa y la destrucción de los talleres de trenes de esta ciudad y otros de menor relevancia.
También se le atribuye a la organización el asesinato del comisionado de la ONU Folke Bernadotte y el asesinato en noviembre de 1944 de Lord Moyan, ministro británico de asuntos del Medio Oriente.
En febrero de 1947, tras la segunda guerra mundial y como una forma de resarcir a los judíos por el horror del Holocausto, las Naciones Unidas nombraron una comisión investigadora sobre Palestina y se pronunció en favor de la constitución de dos entidades estatales, una judía y otra árabe. El plan fue aceptado por las autoridades judías y rechazado por las árabes, que percibían en él un atentado a sus derechos históricos y jurídicos sobre el país.
Se proclama al Estado de Israel y se inicia el expansionismo sionista
El Estado de Israel fue proclamado en Tel Aviv el 14 de mayo de 1948. Al día siguiente, fuerzas de los estados árabes limítrofes atacaron a las unidades armadas israelíes. Un año más tarde el nuevo Estado de Israel se había apoderado de 6 mil 700 km2 de territorio que, según el plan de partición, correspondía al Estado de Palestina. De esta forma, casi un 80 por ciento del territorio histórico del país pasaba a manos de Israel.
El elemento de mayor novedad en el escenario de Oriente Medio, de los últimos años de los 50 y principio de la década de los 60, fue el nacimiento de la resistencia palestina. En 1958 Al-Fatah anunció sus principios de acción, al tiempo que en Jordania ganaba fuerza el Movimiento de Nacionalistas Árabes y en Siria aparecía una organización armada, la Saiqa.
Según afirma Noam Chomsky, “en ausencia de una organización política palestina, el 20 por ciento restante quedó bajo la administración del reino de Jordania (Cisjordania y el este de la ciudad de Jerusalén, que fue dividida) y de Egipto (Franja de Gaza)”.
La matanza por milicianos judíos de unos 100 campesinos palestinos del pueblo de Deir Yasín hace que decenas de miles de civiles palestinos emprendan la huida. Durante toda la primavera y el verano las milicias judías atacan cientos de poblaciones, de 370 a 385 de ellas serán arrasadas. Unos 800 mil árabes palestinos se vieron obligados a abandonar sus hogares y se convirtieron en refugiados.
Más de un millón de palestinos se refugian en Cisjordania, Gaza, Siria y Líbano tras la derrota de los ejércitos árabes. El 11 de diciembre la resolución 194 de las Naciones Unidas proclama el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares o a una indemnización. El Derecho de Retorno, el cual es uno de los puntos clave del conflicto palestino-israelí.
En 1953 una unidad especial de las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) bajo el mando de Sharon mata a 60 civiles palestinos durante un ataque a la aldea palestina de Qibya. Cuarenta y cinco casas fueron dinamitadas, muchas con las familias en su interior.
Nacimiento de la Resistencia Palestina
El elemento de mayor novedad en el escenario de Oriente Medio, de los últimos años de los 50 y principio de la década de los 60, fue el nacimiento de la resistencia palestina. En 1958 Al-Fatah anunció sus principios de acción, al tiempo que en Jordania ganaba fuerza el Movimiento de Nacionalistas Árabes y en Siria aparecía una organización armada, la Saiqa.
En 1964 se constituyó la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que, “pese a recibir rápidamente una legitimación en el ámbito árabe, pronto hubo de afrontar un sinfín de tensiones con los estados de la zona, que en diversos momentos aspirarían a controlarla, intentarían dividirla, trabarían sus aspiraciones a propiciar una guerra revolucionaria y competirían con ella por la representación soberana del pueblo palestino”, según afirma Noam Chomsky.
Un nuevo conflicto bélico en junio de 1967, fue llamado la Guerra de los Seis días, en la que Israel inicia la guerra atacando a Egipto, Jordania y Siria, destruyendo sus fuerzas aéreas y ocupando Cisjordania, Gaza, Jerusalén este, el Sinaí y los altos del Golán, a la vez que comienzan las colonizaciones masivas y los controles.
El 22 de noviembre, la ONU aprueba la Resolución 242, que dicta el reconocimiento del Estado de Israel a la vez que ordena el fin de los Territorios Ocupados.
El problema de los refugiados adquirió una nueva dimensión, al tiempo que se consolidaba la ayuda norteamericana a Israel, en forma de armas, asistencia tecnológica e inversiones privadas.
La década de 1970 registró la consolidación internacional de la OLP, a la que se le reconoció un status de observador en la ONU. En 1971 la ONU promulga la Resolución 2787 en la que reconoce los “derechos inalienables del pueblo palestino”: autodeterminación, independencia y soberanía nacionales, pese a esto tropas bajo el mando de Sharon matan a 104 palestinos, destruyen 2 mil casas, desplazan a 12 mil civiles palestinos, y exilian a 600 palestinos al Sinaí.
El presidente de la comisión de asuntos exteriores de israel en 1973, David Harcohen, declara de los palestinos. “No son seres humanos, no son gente: son árabes…”
Tras anexionar el Jerusalén oriental en julio de 1967, inició un proceso de colonización en Cisjordania. La minoría árabe que residía en el país desde 1984 -un 15 por ciento de la población- entró por primera vez en contacto con los habitantes de los territorios recién ocupados, en un marco de vacío político derivado de la desaparición de las instituciones árabes hasta entonces vigentes.
La OLP padeció cierto debilitamiento mientras, por el contrario, se produjo el fortalecimiento de distintos grupos armados que operaban en Jordania, Líbano y Gaza.
Persecución contra los palestinos
En la década de los ochenta finaliza la retirada del Sinaí, con la destrucción de las colonias agrícolas allí levantadas en la década anterior. Israel invade el Líbano buscando a supuestos terroristas dentro de los miles de refugiados palestino que tras ser expulsados de Jordania en 1970, se habían trasladado a ese país.
Durante el conflicto se produjeron graves crímenes de lesa humanidad como el bombardeo indiscriminado de Beirut y las matanzas de población civil en los campos de refugiados de Sabra y Chatila.
La agresión fue dirigida por el entonces ministro de Defensa Ariel Sharon, quien decidió proseguir su avance hasta la capital, Beirut, ciudad a la que somete a un cruel asedio a partir del 18 de junio, que ocasionó 18 mil muertos y 30 mil heridos, en su mayoría civiles.
Sharon había anunciado que aún quedaban en los campos de Sabra y Chatila “dos mil terroristas (palestinos)” y había acordado que las milicias del Partido Kataeb (las llamadas Fuerzas Libanesas), bien conocidas por su odio y brutalidad hacia los palestinos, entrarían en los campamentos palestinos para “limpiarlos”, asistidas por el ejército israelí, que previamente procede a bombardearlos intensivamente.
El 16 al 18 de septiembre de 1982, mientras el ejército israelí ilumina día y noche los campamentos con potentes reflectores, impide la huida de sus residentes y presta sus excavadoras para enterrar a los masacrados o demoler las viviendas, los falangistas torturan, violan y matan a una cifra de civiles palestinos y libaneses que puede alcanzar los 3 mil 500.
Los 6 mil combatientes palestinos de la OLP abandonan Beirut y la mayoría huye a Argelia, Yemen y Túnez, donde posteriormente establece su sede la OLP, y que más tarde fue bombardeada por la aviación israelí. Arafat firmaba antes en Beirut todas las resoluciones de ONU relativas a Palestina.
Inicio de las Intifadas
En 1987 se da comienzo a la I intifada o “guerra de las piedras” que se caracterizó por la desobediencia civil por parte de los palestinos, en la que se presentaban batallas callejeras con los miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel en la que los palestinos atacaban con piedras y otros objetos.
En este mismo año se funda el Movimiento de Resistencia Islámico, conocido como Hamas y se exige la retirada de Israel de los territorios ocupados.
Un año después Arafat proclama el nacimiento del Estado palestino en el exilio, que es reconocido por mas de 90 países, y acepta las resoluciones 181 y 242, reconociendo el Estado de Israel. La ONU se traslada a Ginebra para escuchar a Arafat.
Simon Peres anuncia en 1989 que no se opondrá a la inclusión de palestinos exiliados en las negociaciones para la paz y 15 mil judíos y palestinos forman una cadena humana alrededor de la Ciudad Vieja de 4 Km por la paz, pero son atacados por la policía.
La década de los noventa inicia con un veto de los Estados Unidos a una moción de la ONU para mandar una misión a investigar unas matanzas en Gaza, así como el aumento constante de los asentamientos judíos, sobre todo en Jerusalén Este.
Los hechos sangrientos no escapan al inicio de esta nueva década de conflicto, en la mezquita de Al-Aqsa y en Iyun Qarah: las fuerzas armadas israelíes asesinan a 18 palestinos y hieren a otros 150 que protestaban contra el intento de extremistas judíos de colocar la primera piedra de “un tercer templo judío” en la Explanada de las Mezquitas. El mismo día, 7 trabajadores palestinos fueron muertos y 10 heridos en la Franja de Gaza por un francotirador israelí cerca de Tel Aviv.
Los Acuerdos de Paz de Arafat
Finalmente Arafat firma un acuerdo de paz con el gobierno de Israel, el 13 de septiembre de 1993, que para muchos significó acordar la imposibilidad de tener un Estado Palestino independiente, con una moneda y libertad económicas propias. Aún así finaliza la primera Intifada. Se establece la Autoridad Nacional Palestina (ANP)en Gaza y Cisjordania.
Tras casi 30 años de ocupación, el 27 de diciembre de 1995, el Ejército israelí completa la evacuación de seis ciudades cisjordanas y 400 aldeas.
Ese mismo año, Rabin y Arafat firman la segunda parte del acuerdo, Oslo, II en la Casa Blanca; se amplía la autonomía de la ANP logrando el dominio de Jenín, Tulkarm, Naplusa, Ramallah, Kalkilia, Belen y Hebrón, y se permiten elecciones.
En 1995 nació el Centro Palestino de Derechos Humanos (CPDH) en Gaza, para proteger los derechos individuales y colectivos de la población palestina, así como para promover el desarrollo de instituciones democráticas en la zona. En el informe que corresponde al año 2000 se refieren las políticas de represión; la violación sistemática de los derechos palestinos por parte de Israel; y las acciones militares con fuego abierto, uso de helicópteros de combate, cañones y tanques para atacar zonas residenciales, incluyendo a personal médico y ambulancias.
Al año siguiente Arafat gana las elecciones convirtiéndose en el presidente de la ANP, en unos comicios que contaron con una abstención del 45 por ciento y con el boicot de las organizaciones de izquierdas e islamistas.
También en 1996 Benjamin Netanyahu se alza con la primera magistratura de Israel, y en 1997 firma con Arafat la tercera parte del acuerdo palestino-israelí. Los soldados judíos evacuan Hebron, concluyendo la fase de las retiradas previstas en los acuerdos de Washington de septiembre de 1995.
Todos supuestos avances logrados tras los tres acuerdos firmados en la década de los noventa, se caen cuando en el 2001, Ariel Sharon, quien gana las elecciones con un 72 por ciento, aumenta los presupuestos militares y va a Washington para solicitar 800 millones de dólares, además de los acostrumbrados tres mil millones de dolarse anuales de ayuda extranjera y militar de Estados Unidos a Israel, para apoyar y continuar políticas que violan la ley internacional al ignorar las resoluciones de la ONU.
II Intifada: Escalada de Violencia
A poco tiempo de ganar Sharon las elecciones, un F-16 israelí bombardeó una ciudad palestina asesinando a 12 personas, lo que provocó la II intifada, en la que en menos de seis meses murieron 528 palestinos y cerca de tres millones setecientos mil se refugiaron entre Siria, Jordania, Líbano y otros territorios.
En el 2002 la ONU vuelva a salir al paso y aprueba la resolución 1403, exigiendo a Israel la aplicación de la 1402, es decir, la retirada de Palestina y la comunidad internacional se hace eco pidiendo a Sharon el fin de la invasión y de la persecución del pueblo palestino.
Pero la agresión del Gobierno sionista de Sharon continuaba, desde el inicio de la II intifada alrededor de mil 398 palestinos (253 de ellos y 77 mujeres) fueron asesinados por el ejército israelí en Cisjordania y en la Franja de Gaza, donde los niños son el 50 por ciento de la población.
Sharon, cabeza de lista por su partido, el Likud, vuelve a ganar las elecciones y en el este de Israel se comienza la construcción de un muro y otros dispositivos de carácter defensivo.
En el 2004, el ejército israelí asesina al Jeque fundador y alma espiritual de Hamas, líder espiritual y fundador de Hamas, el jeque Ahmed Yasín, de 67 años, en un ataque selectivo de fuerzas israelíes en Gaza. Un total de nueve personas fallecieron a causa del ataque y 18 resultaron heridos, dos de ellos hijos del jeque Yasín.
En junio del 2005, efectivos israelíes asesinan a Maruh Kamil, dirigente local de la Yihad Islámica en lo que se denuncia por los palestinos como el reinicio de las practicas de asesinatos selectivos, contestados con mas ataques sobre asentamientos israelíes. A mediados de septiembre se produce el fin de la ocupación israelí en Gaza
Triunfo Histórico de Hamas
A finales de enero de 2006, Hamas logra un histórico triunfo electoral al lograr más del 65% de los votos y obtiene la mayoría parlamentaria del Gobierno de la ANP desplazando a la agrupación Al-Fatah. La observación internacional reveló que no se habían producido irregularidades.
Aún y cuando Hamas había alcanzado la victoria electoral limpiamente, como lo ratificó la supervisión internacional, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU congelaron sus ayudas para los palestinos.
Por su parte, Israel comenzó una dura estrategia de aislamiento que comenzó con la retención de los fondos que cobra en nombre de las autoridades palestinas en concepto de aduanas, unos 40 millones de euros vitales para la supervivencia de los territorios.
Además, soldados israelíes arrestaron a la mayor parte de los diputados islamistas en Cisjordania y Jerusalén Este inhabilitando el Parlamento palestino, que quedó sin ‘quórum’ para trabajar. Y a principios de abril se inician nuevamente los atentados selectivos de Israel, mientras que Ehud Olmert es ratificado en su cargo de Primer Ministro israelí, quien retoma los ataques contra Gaza en el mes de junio.
Por su parte, el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas se negó a entregar el control de las fuerzas de Seguridad a Hamas, quien organizó sus propias fuerzas de seguridad, incluida la policía de Gaza. Los choques aislados entre ambas facciones se sucedieron durante casi un año y medio, hasta que en junio de 2007 derivaron en una corta guerra.
Las fuerzas de Hamas expulsaron a Al Fatah de la Franja de Gaza, por lo que Mahmud abbas disolvió el gobierno electo de Hamas para nombrar otro ejecutivo, tachado de ilegal por algunos expertos palestinos, pero considerado, irónicamente, legal por la comunidad internacional, quien tilda a hamas de haber tomado el poder por la fuerza, desconociendo así el triunfo de hamas en las elecciones de 2006.
Bloqueo a Gaza
Poco después de culminado el conflicto entre Al Fatah y Hamas, Israel declaró a Gaza “entidad enemiga” y estableció un férreo bloqueo que dura hasta hoy día. Tras el bloqueo a la Franja Israel sólo permite la entrada de 19 productos básicos, lo que ha sumido al pueblo palestino en una gran miseria.
Según cifras oficiales de la ONU la mitad de la población de Gaza subsiste gracias a la ayuda alimentaria que ofrece la Agencia de las Naciones Unidas para Refugiados Palestinos (UNRWA).
Tras un año del brutal bloqueo que privaba a los palestinos en Gaza de alimentos, medicinas, combustible y un sin fin de productos básicos para la subsistencia, Hamas establece una tregua unilateral, deteniendo el lanzamientos de cohetes caseros contra territorio israelí en busca de que Tel Aviv aliviara el cerco, pero Israel nunca cedió.
El 27 de diciembre comenzó una nueva masacre del pueblo palestino por parte de Israel cuyas fuerzas de ocupación han incumplido los acuerdos internacionales del derecho humanitario durante la mayor parte, por no decir todo, el conflicto; han destruido casas, talleres, fábricas; han atacado ministerios y oficinas de la Autoridad Palestina; y han arrasado miles de hectáreas de tierras agrícolas.
Se ha decretado un bloqueo a los territorios ocupados imponiendo restricciones comerciales, y prohibiendo a más de 50 mil palestinos el acceso a sus trabajos en Israel, en tanto que se ha reforzado la presencia militar.
Además se cerraron los territorios ocupados y se impusieron restricciones a la libertad de movimiento de los palestinos, lo cual ha perjudicado la economía local e impide la adecuada asistencia médica y la utilización de centros educativos. Lo anterior ha llevado a un empobrecimiento masivo, ya que los ingresos familiares cayeron en un 73 por ciento
Los israelitas no están dispuestos a ceder los beneficios ni territorios obtenidos a través décadas de guerras, ocupaciones, y expropiaciones, en tanto que los palestinos desean la paz, pero no a cualquier precio, y siguen luchando por la igualdad, la justicia y porque se les sea reconocido la propiedad de la tierra en la viven y de las que han sido expulsados, así como su derecho de tener un Estado libre, independiente, el Estado de Palestina.

Fuente: Fabiola Correa, Telesur
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VIÑETAS




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COMPARACIÓN ENTRE LOS DOS HOLOCAUSTOS









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TODOS SOMOS PALESTINOS


Todos fuimos, somos, podríamos ser execrados por alguna imaginaria pertenencia étnica o alguna verídica adscripción cultural o política y seleccionados por ella para el gueto, el campo de exterminio, el Holocausto.

Todos fuimos, somos, podríamos ser vejados en nuestra propia tierra, discriminados en nuestra cuna, heridos constantemente por la mirada, la pedrada, el culatazo, el escupitajo de quienes se creen superiores por ser distintos y distintos por ser bestiales.

Todos fuimos, somos, podríamos ser expulsados de nuestro país y reducidos a hileras de pasos que deambulan de uno a otro campo de refugiados sin más horizonte que el alambre de púas.

Todos fuimos, somos, podríamos ser el hambre sin pan, la sed sin agua, la intemperie sin paisaje, la memoria sin recuerdos, la enfermedad sin medicina, la herida sin venda, la quemadura sin analgésico, la amputación sin anestésico, el dolor sin justicia, la muerte sin sentido.

Todos fuimos, somos, podríamos ser víctimas de la limpieza étnica, de los bombardeos contra la población civil, de las bombas de racimo, de la fosa común, de las guerras relámpago que oponen nuestra carne a los carros blindados y nuestros ojos a la invasión de la muerte.

Todos fuimos, somos, podríamos ser los huérfanos, los deudos, los sobrevivientes, los solitarios, los acorralados, sin más compañía que el recuerdo, sin más familia que la lágrima ni más hijo que el alarido ni más hermandad que el desvelo.

Todos somos, podríamos ser, fuimos, los amedrentados por el alarido de las sirenas y el anonimato de las maquinarias de la guerra, los soldados desconocidos, las bajas estimadas, los cuerpos contados o las tumbas sin nombres.

Todos somos, podríamos ser, fuimos, Noche y Niebla, pero también Plomo Fundido.

Todos fuimos, podríamos ser, somos, los culpables de vivir, los ejecutados por el crimen de tener razón, los muertos en aras del espacio vital, los sentenciados por los dividendos, los condenados en las rebatiñas por la energía fósil, los degollados en nombre del Dios del Amor, los satanizados por lo medios, los agredidos representados como agresores, los borrados por el eufemismo, los daños colaterales, los desechables, los prescindibles.

Todos fuimos, somos, podríamos ser los monstruos que ejecutan las atrocidades o que dicen vengar atrocidades cometiéndolas contra inocentes o las consagran con la indiferencia, la inactividad, la pasividad, la complicidad, el silencio.


Luis Britto García
Luis Fuenmayor Toro
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GAZA

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IMÁGENES SOBRE GAZA





I saw the images and they were disturbing. Images are of the Israeli assault against civilians in Gaza. I did not imagine things in Gaza are going as they are; therefore I forwarded it on to you so that you witness the crimes against humanity that the Israelis carry out.


Miré las imagenes y eran perturbantes. Las imágenes son de los asaltos Israelis en contra de los civiles en Gaza. No imaginé que las cosas en Gaza iban a ser como están; por lo tanto, lo reenvie hacia ti para que seas testigo de los crimenes en contra de la humanidad que los israelitas cometen.


أخي الحبيب ...نعرض لك مشروعا نهدف منه إظهار حقيقة العدو الصهيوني لكل البشرية ..فنرجو منك المساهمه في إنجاح هذا المشروع بنشره مع العلم أن الكلمات التالية هي منتقاه لتكون متوافقة مع جميع الثقافات فما يلي هو ترجمة لما سيتم نشره عزيزي هذه صور للهجوم الذي يقوم به الجيش الإسرائيلي على المدنيين في غزة , شاهدت الصور و أزعجتني جدا لما فيها من إهانه لحقوق الإنسان بقتل وتعذيب للأطفال والمدنيين و لم أكن أعلم أن الأمور تسير في غزة بهذه الصورة , فأرسلتها لك لتعرف أنت أيضا ما يحدث
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GAZA: AFIRMACIONES DE LA CRUZ ROJA


La crisis humana es insostenible para la población de Gaza, afirma la Cruz Roja


EFE

2009-01-06


La crisis humana en Gaza resulta "insostenible" para la población, que ya antes de la ofensiva militar israelí sobrevivía en condiciones extremadamente duras tras dieciocho meses de bloqueo y restricciones a las importaciones, alertó hoy el Comité de la Cruz Roja Internacional (CICR).

En el décimo primer día de bombardeos contra Gaza, los muertos palestinos son entre 580 y 600, mientras que los heridos alcanzan los 3.000, según datos recogidos de fuentes hospitalarias."

Es difícil transmitir el grado de inquietud y ansiedad que esta situación nos provoca. Sin duda estamos ante una crisis humana" de grandes proporciones, declaró en Ginebra el director de Operaciones del CICR, Pierre Krahenbuhl.

Sostuvo que una de las prioridades es garantizar que los heridos reciben atención médica, ya que muchas víctimas mueren mientras esperan la llegada de una ambulancia.

En ese sentido, Krahenbuhl afirmó que "si se confirma la partición del territorio de Gaza en dos o tres partes, será todavía más difícil aportar ese auxilio médico".

Después de una espera de tres días, un equipo médico del CICR -dirigido por un cirujano de guerra- logró entrar ayer en Gaza para apoyar al equipo médico del hospital de Shifa en operaciones quirúrgicas complejas.

Por otra parte, el representante de la Cruz Roja Internacional insistió varias veces en la obligación de las fuerzas armadas israelíes y del grupo islamista Hamás de respetar el principio de proporcionalidad en los conflictos armados.

Explicó que esto implica que la importancia del objetivo militar a ser atacado debe tener correlación con los eventuales daños colaterales que pueda causar un ataque a la población y a las infraestructuras civiles.

Sobre las acusaciones de Israel de que Hamás utiliza áreas civiles para esconder su arsenal y a sus milicianos, Krahenbuhl recalcó que "todos tienen una responsabilidad y está claro que no se pueden colocar equipamientos y personal militar en medio de los civiles".
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ESTADO DE PALESTINA: DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA




State of Palestine
Declaration of Independence




In the name of God, the Compassionate, the Merciful

Palestine, the land of the three monotheistic faiths, is where the Palestinian Arab people was born, on which it grew, developed and excelled. Thus the Palestinian Arab people ensured for itself an everlasting union between itself, its land, and its history.

Resolute throughout that history, the Palestinian Arab people forged its national identity, rising even to unimagined levels in its defense, as invasion, the design of others, and the appeal special to Palestine's ancient and luminous place on the eminence where powers and civilizations are joined. All this intervened thereby to deprive the people of its political independence. Yet the undying connection between Palestine and its people secured for the land its character, and for the people its national genius.

Nourished by an unfolding series of civilizations and cultures, inspired by a heritage rich in variety and kind, the Palestinian Arab people added to its stature by consolidating a union between itself and its patrimonial Land. The call went out from Temple, Church, and Mosque that to praise the Creator, to celebrate compassion and peace was indeed the message of Palestine. And in generation after generation, the Palestinian Arab people gave of itself unsparingly in the valiant battle for liberation and homeland. For what has been the unbroken chain of our people's rebellions but the heroic embodiment of our will for national independence. And so the people was sustained in the struggle to stay and to prevail.

When in the course of modern times a new order of values was declared with norms and values fair for all, it was the Palestinian Arab people that had been excluded from the destiny of all other peoples by a hostile array of local and foreign powers. Yet again had unaided justice been revealed as insufficient to drive the world's history along its preferred course.

And it was the Palestinian people, already wounded in its body, that was submitted to yet another type of occupation over which floated that falsehood that "Palestine was a land without people." This notion was foisted upon some in the world, whereas in Article 22 of the Covenant of the League of Nations (1919) and in the Treaty of Lausanne (1923), the community of nations had recognized that all the Arab territories, including Palestine, of the formerly Ottoman provinces, were to have granted to them their freedom as provisionally independent nations.

Despite the historical injustice inflicted on the Palestinian Arab people resulting in their dispersion and depriving them of their right to self-determination, following upon U.N. General Assembly Resolution 181 (1947), which partitioned Palestine into two states, one Arab, one Jewish, yet it is this Resolution that still provides those conditions of international legitimacy that ensure the right of the Palestinian Arab people to sovereignty.

By stages, the occupation of Palestine and parts of other Arab territories by Israeli forces, the willed dispossession and expulsion from their ancestral homes of the majority of Palestine's civilian inhabitants, was achieved by organized terror; those Palestinians who remained, as a vestige subjugated in its homeland, were persecuted and forced to endure the destruction of their national life.

Thus were principles of international legitimacy violated. Thus were the Charter of the United Nations and its Resolutions disfigured, for they had recognized the Palestinian Arab people's national rights, including the right of Return, the right to independence, the right to sovereignty over territory and homeland.

In Palestine and on its perimeters, in exile distant and near, the Palestinian Arab people never faltered and never abandoned its conviction in its rights of Return and independence. Occupation, massacres and dispersion achieved no gain in the unabated Palestinian consciousness of self and political identity, as Palestinians went forward with their destiny, undeterred and unbowed. And from out of the long years of trial in evermounting struggle, the Palestinian political identity emerged further consolidated and confirmed. And the collective Palestinian national will forged for itself a political embodiment, the Palestine Liberation Organization, its sole, legitimate representative recognized by the world community as a whole, as well as by related regional and international institutions. Standing on the very rock of conviction in the Palestinian people's inalienable rights, and on the ground of Arab national consensus and of international legitimacy, the PLO led the campaigns of its great people, molded into unity and powerful resolve, one and indivisible in its triumphs, even as it suffered massacres and confinement within and without its home. And so Palestinian resistance was clarified and raised into the forefront of Arab and world awareness, as the struggle of the Palestinian Arab people achieved unique prominence among the world's liberation movements in the modern era.

The massive national uprising, the intifada, now intensifying in cumulative scope and power on occupied Palestinian territories, as well as the unflinching resistance of the refugee camps outside the homeland, have elevated awareness of the Palestinian truth and right into still higher realms of comprehension and actuality. Now at last the curtain has been dropped around a whole epoch of prevarication and negation. The intifada has set siege to the mind of official Israel, which has for too long relied exclusively upon myth and terror to deny Palestinian existence altogether. Because of the intifada and its revolutionary irreversible impulse, the history of Palestine has therefore arrived at a decisive juncture.

Whereas the Palestinian people reaffirms most definitively its inalienable rights in the land of its patrimony:

Now by virtue of natural, historical and legal rights, and the sacrifices of successive generations who gave of themselves in defense of the freedom and independence of their homeland;

In pursuance of Resolutions adopted by Arab Summit Conferences and relying on the authority bestowed by international legitimacy as embodied in the Resolutions of the United Nations Organization since 1947;

And in exercise by the Palestinian Arab people of its rights to self-determination, political independence and sovereignty over its territory,

The Palestine National Council, in the name of God, and in the name of the Palestinian Arab people, hereby proclaims the establishment of the State of Palestine on our Palestinian territory with its capital Jerusalem (Al-Quds Ash-Sharif).

The State of Palestine is the state of Palestinians wherever they may be. The state is for them to enjoy in it their collective national and cultural identity, theirs to pursue in it a complete equality of rights. In it will be safeguarded their political and religious convictions and their human dignity by means of a parliamentary democratic system of governance, itself based on freedom of expression and the freedom to form parties. The rights of minorities will duly be respected by the majority, as minorities must abide by decisions of the majority. Governance will be based on principles of social justice, equality and non-discrimination in public rights of men or women, on grounds of race, religion, color or sex, and the aegis of a constitution which ensures the rule of law and an independent judiciary. Thus shall these principles allow no departure from Palestine's age-old spiritual and civilizational heritage of tolerance and religious coexistence.

The State of Palestine is an Arab state, an integral and indivisible part of the Arab nation, at one with that nation in heritage and civilization, with it also in its aspiration for liberation, progress, democracy and unity. The State of Palestine affirms its obligation to abide by the Charter of the League of Arab States, whereby the coordination of the Arab states with each other shall be strengthened. It calls upon Arab compatriots to consolidate and enhance the emergence in reality of our state, to mobilize potential, and to intensify efforts whose goal is to end Israeli occupation.

The State of Palestine proclaims its commitment to the principles and purposes of the United Nations, and to the Universal Declaration of Human Rights. It proclaims its commitment as well to the principles and policies of the Non-Aligned Movement.

It further announces itself to be a peace-loving State, in adherence to the principles of peaceful co-existence. It will join with all states and peoples in order to assure a permanent peace based upon justice and the respect of rights so that humanity's potential for well-being may be assured, an earnest competition for excellence may be maintained, and in which confidence in the future will eliminate fear for those who are just and for whom justice is the only recourse.

In the context of its struggle for peace in the land of Love and Peace, the State of Palestine calls upon the United Nations to bear special responsibility for the Palestinian Arab people and its homeland. It calls upon all peace-and freedom-loving peoples and states to assist it in the attainment of its objectives, to provide it with security, to alleviate the tragedy of its people, and to help it terminate Israel's occupation of the Palestinian territories.

The State of Palestine herewith declares that it believes in the settlement of regional and international disputes by peaceful means, in accordance with the U.N. Charter and resolutions. With prejudice to its natural right to defend its territorial integrity and independence, it therefore rejects the threat or use of force, violence and terrorism against its territorial integrity or political independence, as it also rejects their use against territorial integrity of other states.

Therefore, on this day unlike all others, November 15, 1988, as we stand at the threshold of a new dawn, in all honor and modesty we humbly bow to the sacred spirits of our fallen ones, Palestinain and Arab, by the purity of whose sacrifice for the homeland our sky has been illuminated and our Land given life. Our hearts are lifted up and irradiated by the light emanating from the much blessed intifada, from those who have endured and have fought the fight of the camps, of dispersion, of exile, from those who have borne the standard for freedom, our children, our aged, our youth, our prisoners, detainees and wounded, all those ties to our sacred soil are confirmed in camp, village, and town. We render special tribute to that brave Palestinian Woman, guardian of sustenance and Life, keeper of our people's perennial flame. To the souls of our sainted martyrs, the whole of our Palestinian Arab people that our struggle shall be continued until the occupation ends, and the foundation of our sovereignty and independence shall be fortified accordingly.

Therefore, we call upon our great people to rally to the banner of Palestine, to cherish and defend it, so that it may forever be the symbol of our freedom and dignity in that homeland, which is a homeland for the free, now and always.

In the name of God, the Compassionate, the Merciful:
"Say: 'O God, Master of the Kingdom,
Thou givest the Kingdom to whom Thou wilt,
and seizes the Kingdom from whom Thou wilt,
Thou exalted whom Thou wilt, and Thou
abasest whom Thou wilt; in Thy hand
is the good; Thou are powerful over everything."
Posted on 7:04 p.m. by Musa Ammar Majad and filed under | 0 Comments »