PAULO COELHO: ENTRE LO CURSI, LO ESPIRITUAL Y LO MERCANTIL. (REFLEXIONES A PARTIR DE UN ARTÍCULO DE HÉCTOR ABAD FACIOLINCE.)
Héctor Abad Faciolince es uno de los mejores escritores colombianos de los noventa. En su artículo “Por qué es tan malo Paulo Coelho” (2003) se da a la tarea de desmontar el discurso cursi, espiritual y mercantil de Coehlo, quien ha logrado una fortuna recopilando lugares comunes y haciéndole creer a sus lectores que es un verdadero filósofo de la vida.
Siguiendo este artículo, podemos desglosar el siguiente hilo argumental.
El escritor brasileño Paulo Coelho se ha convertido en un fenómeno internacional de la edición.La pasión que despiertan sus novelas no puede explicarse por razones literarias, ya que tienen escasas ambiciones en este aspecto. Pero, sin duda, Coelho ha sabido conectar con una aspiración típica de un tiempo que ha visto surgir sucedáneos de espiritualidad. Sus libros reflejan un vago espiritualismo que mezcla con habilidad argumentos iniciáticos con mensajes de las filosofías orientales, del esoterismo y de la religión católica.
Paulo Coelho encontró con El alquimista la fórmula mágica para convertirse en un autor de best-sellers y para ganarse la fidelidad de un público que busca en las historias del brasileño las soluciones a sus problemas existenciales. A estas alturas, Coelho es el segundo autor más popular del Cono Sur americano, con 30 millones de libros vendidos en 100 países, en menos de 10 años.
Las parábolas de las que se vale Paulo Coelho para llegar a tantos lectores son simplificadoras y efectivas. Si bien Coelho hace gala de un nebuloso catolicismo, que le lleva a utilizar personajes, citas e ideas procedentes del imaginario católico, también tiene una visión sui generis del catolicismo, pues rechaza la autoridad de la Iglesia, no cree en la idea de pecado y, en muchas ocasiones, utiliza las citas bíblicas con un sentido muy distinto al original.
No se encuentra en Coelho un ideario sistemático y estructurado. Su piedra filosofal es que todos tenemos sueños que vivir y que nuestro destino depende de la realización de esos sueños: "Cuando deseas una cosa, todo el Universo conspira para que realices tu deseo". Lo que predomina aquí es un cóctel sincretista de anhelos espirituales fáciles de asimilar sin compromisos incómodos: la trascendencia de la realización personal, la unión entre Dios, el mundo y los seres humanos, el libre examen de la percepción, el deseo de paz y armonía en el mundo y el ansia de transformar los seres humanos hacia un nivel superior. La experiencia religiosa queda reducida así a psicología terapéutica: algo así como la búsqueda de la autorrealización y la seguridad personal.
En consecuencia, se trata de un autor muy hábil en mezclar una serie de elementos seudomístcos, de autoayuda, de new age y un largo etcétera que expresa en un estilo asequible a lectores con gustos simples, propios de la actual cultura de consumo.
De Coelho, entonces, se puede señalar como justificante para su éxito editorial el hecho de que la mayoría de sus lectores no leen sus libros como simples aventuras literarias sino como manuales que les permitan iniciar una búsqueda espiritual.
Siguiendo este artículo, podemos desglosar el siguiente hilo argumental.
El escritor brasileño Paulo Coelho se ha convertido en un fenómeno internacional de la edición.La pasión que despiertan sus novelas no puede explicarse por razones literarias, ya que tienen escasas ambiciones en este aspecto. Pero, sin duda, Coelho ha sabido conectar con una aspiración típica de un tiempo que ha visto surgir sucedáneos de espiritualidad. Sus libros reflejan un vago espiritualismo que mezcla con habilidad argumentos iniciáticos con mensajes de las filosofías orientales, del esoterismo y de la religión católica.
Paulo Coelho encontró con El alquimista la fórmula mágica para convertirse en un autor de best-sellers y para ganarse la fidelidad de un público que busca en las historias del brasileño las soluciones a sus problemas existenciales. A estas alturas, Coelho es el segundo autor más popular del Cono Sur americano, con 30 millones de libros vendidos en 100 países, en menos de 10 años.
Las parábolas de las que se vale Paulo Coelho para llegar a tantos lectores son simplificadoras y efectivas. Si bien Coelho hace gala de un nebuloso catolicismo, que le lleva a utilizar personajes, citas e ideas procedentes del imaginario católico, también tiene una visión sui generis del catolicismo, pues rechaza la autoridad de la Iglesia, no cree en la idea de pecado y, en muchas ocasiones, utiliza las citas bíblicas con un sentido muy distinto al original.
No se encuentra en Coelho un ideario sistemático y estructurado. Su piedra filosofal es que todos tenemos sueños que vivir y que nuestro destino depende de la realización de esos sueños: "Cuando deseas una cosa, todo el Universo conspira para que realices tu deseo". Lo que predomina aquí es un cóctel sincretista de anhelos espirituales fáciles de asimilar sin compromisos incómodos: la trascendencia de la realización personal, la unión entre Dios, el mundo y los seres humanos, el libre examen de la percepción, el deseo de paz y armonía en el mundo y el ansia de transformar los seres humanos hacia un nivel superior. La experiencia religiosa queda reducida así a psicología terapéutica: algo así como la búsqueda de la autorrealización y la seguridad personal.
En consecuencia, se trata de un autor muy hábil en mezclar una serie de elementos seudomístcos, de autoayuda, de new age y un largo etcétera que expresa en un estilo asequible a lectores con gustos simples, propios de la actual cultura de consumo.
De Coelho, entonces, se puede señalar como justificante para su éxito editorial el hecho de que la mayoría de sus lectores no leen sus libros como simples aventuras literarias sino como manuales que les permitan iniciar una búsqueda espiritual.
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