EL SEMEJANTE


El hombre que al frío teme
y se hunde en el hielo y muere,
se aleja de todo y de él,
del frío y de la nieve,
de su cuerpo y de su horror.
Ser Adán y laberinto
es la única condena.
Lo humano se despliega
en el tiempo y con el reto
de perdurar la carne que degenera
en alimento de su especie y de la tierra.
(Yo, que en mi eternidad a ningún lugar pertenezco,
que acudo a nostalgias de pasados que no conocí,
entre las murallas del tiempo me encuentro...
ignoro en qué lectura,
extrañamente,
un libro auténtico me inmutó...;
tal vez nací en el tiempo equivocado,
tal vez no hubo tiempo en la historia para mí
ni habrá tiempo que me acepte en un futuro.)
La angustia se dilata
en cada registro del pasado
que desprende los valores
de sectas y sectarios.
Hermano del hombre soy:
me persigo a mí mismo y me castigo
–y sólo lo Eterno es Incorruptible.
Posted on 8:56 a.m. by Musa Ammar Majad and filed under | 0 Comments »

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