EL CAZANAZIS

El arquitecto austriaco Simon Wiesenthal, considerado como la conciencia del Holocausto por el empeño de toda su vida en dar caza a los criminales del nazismo, falleció una madrugada de Viena a los 96 años de edad tras lograr la captura y procesamiento de más de 1.100 asesinos nazis.
"Su nombramiento no fue anunciado en conferencia de prensa, ni por algún presidente o primer ministro. Simplemente asumió esa labor. Fue un trabajo que nadie quiso", asegura una nota emitida por la página web del Dokumentationzentrum de Viena, embrión de los centros Wiesenthal repartidos por el mundo. "La misión era impresionante. El objetivo tenía pocos amigos. Los aliados se concentraban ya en la Guerra Fría, los supervivientes trataban de recomponer sus destrozadas vidas y Wiesenthal estaba solo en su papel como perseguidor y detective a la vez", añade la necrológica oficial.
Mundialmente conocido como el cazanazis, Wiesenthal creó su Centro de Documentación Judío en la capital austriaca en 1947, dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial y tras sobrevivir a 12 campos de concentración y ser liberado por tropas norteamericanas en el de Mauthausen (Austria). En sus memorias, publicadas en 1988 bajo el título Justicia y no venganza, lema de su vida, Wiesenthal aseguraba que "cuando se mire atrás en la historia quiero que la gente sepa que los nazis no pudieron escapar sin castigo por el asesinato de millones de seres humanos". Y, cuando en abril de 2003 anunció su retirada de la vida pública y el fin de su misión, declaró ante la prensa, no sin orgullo, que "a los asesinos de masas que he perseguido, les he encontrado y sobrevivido a todos".
Su presa mas famosa fue Adolf Eichmann, alto oficial de las temidas SS de la orden de la calavera y jerarca del nazismo, responsable de organizar el transporte a los campos de exterminio de millones de judíos de toda Europa. Wiesenthal no paró hasta dar con su pista en Argentina, donde Eichmann se ocultó tras la guerra y reveló su escondite al Mossad, los servicios secretos de Israel, que secuestraron al organizador del Holocausto y le trasladaron al estado judío, donde fue ejecutado en 1962.
El cazanazis, que trabajó con la aportación de informantes e investigadores voluntarios, extendió sus pesquisas a varios países de Sudamérica, donde intentó, sin éxito, la captura del ángel azul, el médico Joseph Méngele, quien pasó por Argentina y Paraguay y murió al ahogarse en Brasil.
Uno de los casos descubiertos por Wiesenthal es el de Karl Silberbauer, quien llevó a un campo de concentración a Ana Frank y que fue descubierto en 1963 cuando trabajaba como inspector de policía en Viena.
Otros criminales corrieron idéntica suerte: Franz Stangl, temido comandante del campo de la muerte de Treblinka, capturado en 1967 en Brasil; Josef Schwammberger, comandante del gueto de Przemysl, detenido en 1987 en Argentina; Hermine Ryan, nacida Braunsteiner, descubierta por los cazadores de Wiesenthal en Queens, en Nueva York, donde era un ama de casa. Las autoridades de EEUU extraditaron a esta última en 1973 a Alemania, donde fue juzgada y condenada a cadena perpetua como responsable por el asesinato de centenares de niños en el campo nazi de Majdanek.
"De las 600.000 personas que llevaron a cabo la matanza organizada y sistemática de judíos, sólo 7.000 fueron enjuiciados", declaró, luego de la muerte de Wiesenthal, Shevaj Weis, superviviente del genocidio y ex ministro israelí. "Wiesenthal -dijo Weis- fue el que más hizo para que esos criminales fueran llevados a los tribunales. En comparación con la inmensidad de la tragedia, tal vez fue poco lo que pudo hacer, pero sembró un mensaje de paz y justicia para el futuro, esto es, que hay castigo y no se debe olvidar ni perdonar a esos criminales".
Wiesenthal nació el 31 de diciembre de 1908 en Buczacz, en la región de Galizia, que entonces pertenecía a la monarquía de los Habsburgo y que en la actualidad forma parte de Ucrania. Estudió y se instaló como arquitecto en Praga en 1932 y ejerció su profesión hasta 1941 cuando, durante la ocupación alemana de Checoslovaquia, fue detenido. Durante su permanencia en los campos de la muerte durante algo más de cuatro años, Wiesenthal consiguió tomar nota de los nombres de cada uno de los criminales nazis que participaban en el genocidio y una vez liberado por las tropas de EEUU se dedicó exclusivamente a buscarlos. En su encierro intentó suicidarse, cortándose las muñecas, para evitar la tortura. Unos 89 miembros de su propia familia fueron asesinados por los nazis.
Posted on 11:21 a.m. by Musa Ammar Majad and filed under , , | 0 Comments »

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