PRETEXTOS PARA LA GUERRA









22 de julio del 2006. Los diarios (las mentes lúcidas que leen los diarios) subrayan la máxima, que es clara: cuando hay una guerra lo que se ataca es a las poblaciones. El ciclo de la violencia en oriente medio continúa. Miles de civiles libaneses, israelíes y palestinos han quedado en el medio del fuego cruzado entre el ejército de Israel y las fuerzas del grupo armado libanés Hezbollah (Partido de Dios) ubicadas al sur del Líbano. En doce días más de trescientos civiles han muerto en los ataques israelíes contra Líbano. Asimismo, las fuerzas de Hezbollah han disparado cohetes a través de la frontera norte de Israel, provocando la muerte de veintinueve israelíes, quince de ellos civiles, entre los cuales se encuentran dos niños palestinos.
Desde el 25 de junio de ese mismo año la Franja de Gaza, ubicada en la parte sur de Israel, estuvo bajo ataque del ejército israelí, quien tenía por reclamo la devolución de un soldado capturado por el brazo armado de la organización política-militar Hamas, la cual, sobra decirlo, actualmente ejerce el gobierno de la Autoridad Palestina.
Hamas o Hezbollah (quienes también lograron capturar el 12 de julio dos soldados israelíes después de dar muerte a ocho en una incursión en el propio territorio de Israel) quizá tendrían por intenciones, viables en cualquier guerra, canjear los soldados por palestinos presos en cárceles israelíes, los cuales, entre hombres y mujeres, suman aproximadamente diez mil.
Todos los sucesos en conflictos armados internos tienen una utilidad: con la manipulación, son pretextos para la guerra. Israel cuenta con el apoyo de la administración Bush de los E.E.U.U., quien ha declarado: "Israel tiene derecho a defenderse del terrorismo", no sin antes involucrar a Irán y Siria como responsables de los ataques por proporcionar cohetes y armas a Hezbollah.
Don Gillerman, representante israelí en Naciones Unidas, deja la conjetura de que las verdaderas intenciones de su país se encaminan, más que a liberar a los soldados, a “extirpar el cáncer del terrorismo” en Líbano, para lo cual, aclara, “haremos todo lo necesario con todos los medios que sean necesarios y sin un plazo definido”. No obstante, aseguró, mintiendo, que Israel “no tiene intenciones de invadir”: la invasión comenzó la madrugada del 22 de julio. Frente a estas declaraciones el embajador del Líbano ante Naciones Unidas señaló al Consejo de Seguridad que los ataques y el bloqueo (norma que en América conocemos muy bien) impuesto al Líbano evidencian la determinación israelí de “matar y destruir, para así implantar la política de tierra arrasada por la que son conocidos” y reiteró que su Gobierno no tenía conocimiento previo, ni avaló el secuestro de los soldados, ni los ataques de Hezbollah contra territorio israelí.
Como toda reacción armada, y descartando la intención de liberar a los soldados israelíes, esta invasión también cuenta con un objetivo. Para Lily Traubman, activista de la organización Bat Shalom y Mujeres de Negro, el objetivo es desestabilizar la zona para dar paso a una mayor profundización del conflicto árabe-israelí: "esto es una cuestión de intereses, de grupos que tienen intereses en continuar el conflicto porque así pueden seguir dominando".
Resulta claro que los motivos del conflicto responden a un contexto internacional de lo que se ha llamado la lucha contra el Islam, contra el fundamentalismo, lo que es una farsa. "La lucha es en favor de la industria armamentista en la que Bush está completamente implicado y una forma de poder continuar, empezar y profundizar la liberalización de los mercados, ya que en estado de guerra se puede hacer cualquier cosa, y nadie discute nada, porque todos están preocupados en sobrevivir", señala Traubman.
Sí, se violan a diario, por los actores armados de la crisis, el derecho internacional, convención de La Haya y la IV Convención de Ginebra, que criminaliza los ataques deliberados contra la población civil, así como la declaración 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La crisis humanitaria en la Franja de Gaza continúa extendiéndose, donde 1.4 millones de personas se enfrentan a la escasez severa de agua, de alimento, de medicina y de electricidad causados por los ataques continuos. Durante el conflicto, las centrales eléctricas fueron bombardeadas, golpeando el sistema de electricidad de Gaza, incluyendo sus 22 hospitales. Los envíos internacionales de ayuda en alimento y medicinas no podían entrar, amenazando a miles de padecer hambre, sed y privándolos de atención frente a enfermedades y lesiones. En el caso del Líbano, donde puentes, aeropuertos y carreteras fueron bombardeados, gran parte de la población ha quedado aislada para poder acceder a refugios, llegar a las fronteras de Siria y Jordania, o a los puestos de ayuda humanitaria, supuesta a llegar según ONU. Otras 500.000 personas se encuentran en situación de desplazamiento.

Posted on 10:04 a.m. by Musa Ammar Majad and filed under , | 0 Comments »

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