JOSEF MENGELE EN AUSCHWITZ




A finales de 1941 las altas jerarquías nazis tomaron la decisión de convertir Auschwitz en un centro primario de exterminio, combinando el trabajo esclavo, propio de campos como Mauthausen o Dachau, copiados del modelo soviético, con el exterminio rápido y directo de los campos de la denominada Operación Reinhard, como Treblinka o Sobibor. Auschwitz se convirtió en el laboratorio de experimentos genéticos que permitirían mejorar la raza. Desde mayo de 1943 a enero de 1945, el doctor Josef Mengele desarrolló en Auschwitz una labor que alcanzó una de las más repugnantes cimas de la barbarie humana. Ello sin mostrar malestar alguno, pudiendo silbar música de Puccini mientras mutilaba seres humanos.
Las investigaciones de Mengele en gemelos y en gitanos ejemplifican el objetivo de los estudios genéticos del régimen nazi. Conocido como el “Ángel de la Muerte” (“ángel”, por la bella inocencia de su rostro) o “El Monstruo”, Mengele se encontraba presente en cada selección cuando los trenes llegaban a Auschwitz a dejar su carga: humanos. Después de que las víctimas eran descargadas de los trenes, desnudadas y divididas en hombres, mujeres y niños, Mengele caminaba frente a ellos, inspeccionándolos cuidadosamente. Unos eran enviados directamente a las cámaras de gas; otros, al campo a cumplir con labores forzadas. Los gemelos, los enanos y otros sujetos con características físicas peculiares, que por peculiares eran únicas, constituían receptáculo de un destino atroz: eran seleccionados para ser asignados a los bloques donde se realizaban los experimentos. En muchas formas, aquellos que fueron asesinados inmediatamente en las cámaras de gas, corrieron una mejor suerte que los seleccionados para participar en los experimentos.
La especialidad de Mengele fueron los experimentos con gemelos. Mengele dedicó un ala especial para el alojamiento de gemelos y de sujetos con ciertas limitaciones físicas y deformidades. El “zoológico”, tal el nombre de esta zona. Harto en epítetosesta trama de la barbarie, los gemelos participantes eran conocidos como los “niños de Mengele”. Y no era para menos. De todos los sujetos de experimentación, los gemelos eran los favoritos de Mengele, por lo que inicialmente recibían un trato preferencial que consistía en poder mantener su cabello y sus ropas así como el recibir raciones extras de comida. Los guardias tenían estrictas órdenes de no abusar de “los niños” y debían responder con sus vidas si alguno de se enfermaba o moría.
Los gemelos eran examinados de la cabeza a los pies. Se tomaban medidas exactas de cada parte del cuerpo. Mengele inyectó muestras de sangre de un gemelo a otro y registró las reacciones producidas, las cuales consistían invariablemente en cefaleas insoportables y fiebres que duraban por varios días. Con el propósito de determinar si el color de los ojos podía ser alterado genéticamente, inyectó soluciones colorantes en los ojos de varios sujetos. Esto invariablemente conducía a dolorosas infecciones y en ocasiones a la ceguera. Si alguno de esos gemelos moría, Mengele ordenaba que sus ojos fueran extraídos en la necropsia para después ser colocados en las paredes de su oficina. Los niños más jóvenes eran colocados en celdas de aislamiento, siendo sometidos a una amplia variedad de estímulos con el propósito de observar sus reacciones. Varios gemelos fueron castrados; otros, esterilizados. Muchos fueron sometidos a vivisecciones en las cuales Mengele no empleó ningún tipo de agente anestésico. También se llegaron a inyectar agentes infecciosos por vía intravenosa para observar cuanto tiempo pasaba antes de que el sujeto sucumbiera a una gran variedad de enfermedades. Después de que toda la información necesaria era recopilada, los gemelos eran asesinados con una inyección única de cloroformo aplicada directamente en el corazón. Se tomaban todas las precauciones para que los dos gemelos murieran al mismo tiempo. Los gemelos eran entonces diseccionados y sus órganos eran enviados a centros de investigación.
Interesado en la manera de lograr que las razas inferiores controlaran su natalidad, Mengele realizó pruebas de esterilización. Su preferida fue la utilización de rayos X, un método con el que esterilizó a una media de noventa parejas al día.
Se sabe que, cuando se declaró en Auschwitz una epidemia de tifus, Mengele optó por detenerla eliminando a los posibles portadores de la enfermedad. Fue así que el 25 de mayo de 1943 envió a las cámaras de gas a quinientos siete gitanos y quinientas veintiocho gitanas.
Durante el verano de 1944, en Auschwitz se enviaban a las cámaras de gas a nueve mil judíos diarios, en un esfuerzo por acelerar el exterminio. En paralelo, la colección de ojos humanos clavados en la pared aumentaba. Josef Mengele nunca fue sometido a juicio en los tribunales de Nuremberg. Escapó de Auschwitz el 17 de enero de 1945 mientras las tropas rusas atravesaban el agonizante Reich alemán en dirección a Berlín. Durante los primeros años posteriores a la guerra, Mengele permaneció escondido en una granja cercana a su ciudad natal, Gunzburg. Después de asumir una identidad falsa, trabajó como granjero mientras se mantenía informado por medio de contactos secretos. Por increíble que parezca, en un principio albergó la esperanza de retomar su carrera y sus investigaciones. Mengele decidió que no podía permanecer mas tiempo en Europa: escapó hacia Argentina en un carguero marítimo italiano. Mengele pasaría los siguientes treinta años de su vida huyendo de las autoridades internacionales. Mientras recibía ayuda y refugio de redes neonazis en Argentina, Paraguay y Brasil, el gobierno de Alemania Occidental exigía que se llevara al “Ángel de la Muerte” ante los Tribunales. De cualquier forma, todos los esfuerzos por su captura resultaron vanos cuando el 31 de Mayo de 1985 la policía de Alemania Occidental allanó la casa de Hans Sedlmeier, amigo de Mengele y su principal contacto en Europa. La Policía confiscó varias cartas de Mengele y de otros exiliados alemanes que vivían, al igual que él, en Brasil. Antes de una semana, la Policía brasileña identificó a las familias que escondieron a Mengele y, por medio de ellas, fue posible identificar su tumba. Sí: su tumba; el sitio donde sus restos fueron enterrados luego de que muriera ahogado en un accidente, en 1979.
Posted on 7:53 a.m. by Musa Ammar Majad and filed under , , | 1 Comments »

1 comentarios:

Anónimo dijo... @ 13 de agosto de 2008, 4:09 p.m.

escalofriante todo esta informaciond e experimentacion humna....